Castillo de Castellengo entre historia y paisajes encantadores

El Castillo de Castellengo ofrece historia, panoramas y eventos únicos en el Biellese.

Castillo de Castellengo entre historia y paisajes encantadores

¿Dónde se encuentra el Castillo de Castellengo y por qué visitarlo?

El Castillo de Castellengo se encuentra a pocos kilómetros de Biella, inmerso en el verde de la campiña piemontesa, en una colina que domina la llanura subyacente. Es uno de los destinos más sugestivos del Biellese, perfecto para quienes buscan historia, naturaleza y panoramas espectaculares. Desde la cima de la colina se puede disfrutar de una vista impresionante sobre la llanura y las suaves colinas biellesas, con paisajes que cambian de color según las estaciones. El castillo es un lugar de paz y belleza, alejado del caos urbano, ideal para quienes desean una pausa regeneradora entre historia y naturaleza.

¿Cuáles son los orígenes del Castillo de Castellengo?

Los orígenes del castillo se remontan al siglo X, cuando fue construido por Alberico de Monterone. En 1014, la propiedad fue confiscada debido a su apoyo a Arduino de Ivrea, y en 1198 pasó a la familia Bulgaro, que lo mantuvo hasta 1406. Ese año, el castillo fue ocupado por el Capitán de aventura Bando de Florencia, y para recuperarlo, Amedeo VIII de Saboya tuvo que organizar un largo asedio que duró hasta febrero de 1409. Posteriormente, el manor fue dividido entre varios nobles bielleses, hasta que la familia Frichignono de Cecina adquirió la mayor parte y se convirtió en propietaria del territorio de Castellengo.

¿Quiénes fueron los Condes Frichignono y cuál fue su papel?

Los hermanos Frichignono de Cecina marcaron profundamente la historia del castillo. En 1630, Prospero Frichignono recibió de Carlo Emanuele I de Saboya el título de Conde de Castellengo, y aún hoy el escudo de la familia es visible junto a la esfera solar del castillo. Durante el siglo XVII y XVIII, el castillo sufrió importantes transformaciones: de fortaleza medieval se convirtió en una residencia señorial, inspirada en los modelos franceses. Las salas fueron enriquecidas con frescos y decoraciones elegantes, mientras que los jardines fueron ampliados con terrazas panorámicas y senderos arbolados.

¿Cómo es hoy el Castillo de Castellengo?

Después de un largo período de abandono tras la extinción de los Frichignono en 1883, el castillo ha recuperado nueva vida gracias a una cuidadosa restauración conservadora iniciada en 1990 por los actuales propietarios. Hoy, las antiguas salas han recuperado parte de su esplendor original, y el castillo se ha convertido en un lugar de cultura, eventos y hospitalidad. El manor une el encanto del pasado con la funcionalidad moderna, ofreciendo espacios perfectos para bodas, recepciones y reuniones empresariales.

¿Qué se puede hacer en el Castillo de Castellengo?

El castillo es una ubicación de excelencia para eventos privados y culturales. Las salas decoradas del piso noble pueden albergar hasta 200 personas y son ideales para ceremonias elegantes, exposiciones de arte, conciertos y conferencias. Los amplios jardines en terrazas ofrecen un ambiente romántico para recepciones al aire libre, mientras que la taberna histórica en el piso inferior es perfecta para aperitivos y noches musicales. Durante el año, el castillo también acoge exposiciones, visitas guiadas y degustaciones de productos locales, ofreciendo a los turistas una experiencia completa entre historia y sabor.

¿Es posible alojarse en el Castillo de Castellengo?

Sí, cerca del castillo se encuentra un Relais de campo con fórmula de Bed & Breakfast, que permite vivir una estancia inmersos en la tranquilidad de la naturaleza. Las habitaciones, decoradas con gusto e inspiradas en el estilo piemontés, ofrecen una vista inigualable sobre la llanura y los viñedos. Es la elección ideal para quienes desean prolongar la visita, participar en un evento o simplemente disfrutar de un fin de semana de relax entre las colinas biellesas.

¿Cuál es la vista panorámica desde el Castillo de Castellengo?

Desde el castillo se puede admirar un panorama extraordinario que abarca toda la llanura biellese hasta los Alpes. Cada estación regala colores diferentes: el verde brillante de la primavera, el amarillo dorado del verano, los tonos cálidos del otoño y la blancura del invierno. El atardecer es particularmente sugestivo, con la luz acariciando las colinas e iluminando las antiguas murallas del castillo. Para los fotógrafos y amantes de la naturaleza, es uno de los miradores más bellos de Piamonte.

¿Cómo se llega al Castillo de Castellengo desde Biella?

Desde Biella, el castillo se encuentra a unos 15 kilómetros y es fácilmente accesible en coche. Se toma la SP142 en dirección a Cossato y se siguen las indicaciones hacia Castellengo. La carretera sube suavemente entre viñedos y bosques hasta alcanzar la colina donde se encuentra el castillo. El recorrido es panorámico y está bien señalizado, adecuado también para ciclistas y excursionistas que desean llegar al manor de manera sostenible. Hay un amplio aparcamiento privado disponible para los visitantes y los huéspedes de los eventos.

¿Qué ver en los alrededores del Castillo de Castellengo?

En los alrededores del castillo se pueden visitar Cossato, con sus antiguas iglesias y mercados locales, y Biella, rica en museos y palacios históricos como el Palacio La Marmora y el Palacio Ferrero. Para los amantes de la naturaleza, vale la pena explorar la Reserva Natural de la Bessa, un área arqueológica de origen romano, y el Parque de la Burcina, famoso por sus rododendros en flor. A poca distancia se encuentra también el célebre Santuario de Oropa, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y destino de peregrinaciones y turismo cultural.

¿Qué hacer por la noche en el Castillo de Castellengo o en sus alrededores?

Por la noche, el castillo se ilumina con una atmósfera mágica. Durante eventos o ceremonias, la taberna y los jardines se convierten en el corazón de la fiesta, con música y entretenimiento. Quienes se alojan en el Relais pueden disfrutar de una cena romántica en los restaurantes de los alrededores, donde degustar platos típicos piemonteses como la polenta concia, la panissa o los quesos de montaña acompañados de los vinos locales. Para quienes aman la tranquilidad, es agradable simplemente pasear por los alrededores del castillo y admirar las luces de la llanura bajo un cielo estrellado.

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