Una semana en Puglia
Descubre cómo pasar una semana inolvidable entre Bari y Brindisi, explorando pueblos, mar y cultura.

Dónde conviene dormir: la base perfecta
Después de haber visitado toda la zona, te diría que Monopoli es una base ideal por varias razones. Está centrada respecto a Bari, Brindisi y el Valle de Itria. Tiene una estación de tren cómoda, un centro histórico vivo pero no caótico, y una oferta de restaurantes, locales y playas realmente completa. Además, se respira aún un aire auténtico, más genuino en comparación con Polignano, que ya está casi siempre abarrotada.
Día 1 – Llegada a Bari
Bari es más que un punto de llegada. Dedica al menos medio día al centro histórico, entre la Basílica de San Nicolás y los callejones con las señoras que preparan orecchiette a mano. Un paseo por el paseo marítimo al atardecer es imperdible. No olvides saborear un panzerotto, un must de la cocina barese.
Día 2 – Trani y Giovinazzo
Al día siguiente, sube hacia el norte. Trani es espléndida: el puerto, la Catedral frente al mar, los pequeños locales en el muelle. También Giovinazzo y Molfetta, un poco más al sur, merecen una parada. Menos turísticas, pero con un alma auténtica y relajada. Aquí puedes disfrutar de un excelente helado artesanal mientras paseas por las callejuelas.
Día 3 – Polignano a Mare y Monopoli
Polignano es escénica, con terrazas sobre el mar y un centro animado. Si quieres disfrutarla bien, es mejor ir por la mañana temprano o a última hora de la tarde. Monopoli, si es tu base, es perfecta para concluir el día con un aperitivo en el puerto y una cena en los callejones. No pierdas la oportunidad de probar los mariscos frescos.
Día 4 – Savelletri y Locorotondo
Savelletri es perfecta para un día de relax en el mar. Hay establecimientos bien cuidados y excelentes restaurantes de pescado. Por la tarde, sube a Locorotondo: uno de los pueblos más bonitos de Italia. Panorama impresionante sobre el Valle de Itria y callejones blanquísimos. Cena recomendada en u Curdunn, platos típicos y un lugar encantador.
Día 5 – Ostuni y Alberobello
Ostuni, la "Ciudad Blanca", es fascinante y fotogénica. Vale la pena caminar sin prisa por sus callejones. Alberobello, con sus trulli, es sugestiva pero muy concurrida. Si puedes, ve por la mañana temprano o a última hora de la tarde. Aquí también puedes comprar souvenirs artesanales únicos.
Día 6 – Matera
Una excursión a Matera es obligatoria. A solo 1h30 de Bari, es mejor visitarla por la tarde y quedarse hasta la noche para ver los Sassi iluminados. Caminar entre estas casas excavadas en la roca, al atardecer, es algo mágico. No olvides la cámara, cada rincón es una obra de arte.
Día 7 – Lecce y Torre Lapillo
Última parada al sur: Lecce, con su barroco dorado y sus plazas animadas, es elegante y acogedora. Para el mar, Torre Lapillo es perfecta: arena blanca, agua cristalina y un ambiente relajado. Aquí puedes pasar el último día de relax antes de regresar a casa.
Consejos prácticos
Horarios de las comidas: en Puglia se almuerza antes de las 13:30 y se cena después de las 20. Siempre reserva, especialmente en los restaurantes más famosos. No tengas prisa: aquí el ritmo es lento. En el restaurante se come con calma, con al menos dos platos. Propinas: no son obligatorias, pero siempre son bienvenidas. Un pequeño gesto que también alegra a la cocina. Evita los trenes abarrotados: por la tarde, muchos regresan del mar. Es mejor anticipar un poco los desplazamientos.