Polignano a Mare en familia
Polignano a Mare es un destino ideal para familias, con atracciones para grandes y pequeños.

Polignano a Mare, situada en la provincia de Bari, es un destino que ofrece bellezas naturales e históricas, perfecto para familias con niños. Pasear por las calles del centro histórico es una experiencia que involucra tanto a grandes como a pequeños. Las calles empedradas y las características casitas blancas hacen que cada rincón del pueblo sea un descubrimiento fascinante. Los niños pueden divertirse explorando, mientras que los padres pueden disfrutar de la belleza del paisaje.
Una de las actividades más queridas por los más pequeños es degustar un helado artesanal. Las heladerías del centro ofrecen una amplia variedad de sabores, desde los clásicos como chocolate y vainilla hasta propuestas más originales, preparadas con ingredientes frescos y locales. Caminar con un cucurucho de helado en la mano hace que el paseo sea aún más agradable.
El paseo marítimo de Polignano es otra parada imperdible para las familias. Aquí se puede admirar el mar Adriático, mientras se pueden encontrar artistas callejeros y participar en eventos al aire libre. Los bancos y las áreas sombreadas ofrecen espacios ideales para descansar y disfrutar de la vista, convirtiendo el paseo marítimo en un lugar vibrante y acogedor.
Un mirador muy apreciado es la Terrazza Santo Stefano, fácilmente accesible incluso con un carrito de bebé. Desde aquí se puede admirar la famosa Lama Monachile, la playa símbolo de la ciudad. Aunque la playa tiene piedras y no es arenosa, los niños más grandes pueden divertirse jugando cerca del agua, especialmente en los períodos menos concurridos.
Para las familias que buscan playas más adecuadas para los niños pequeños, en los alrededores de Polignano se encuentran calas con fondos bajos y arenosos. Estas playas son perfectas para jugar en el agua de forma segura y se pueden alcanzar en pocos minutos en coche.
Quienes visitan Polignano con niños también pueden optar por una de las muchas excursiones en barco. Hay tours organizados que duran aproximadamente una hora, ideales también para los más pequeños. Durante la navegación, se pueden explorar cuevas marinas y admirar los acantilados desde un punto de vista único. Algunos barcos están cubiertos y protegidos del sol, haciéndolos adecuados incluso en los días más calurosos.
La ciudad está llena de restaurantes y trattorias donde se pueden degustar platos sencillos y deliciosos. Muchos locales están equipados para recibir a las familias, con tronas y espacios cómodos. Los niños pueden saborear platos típicos de Puglia como las orecchiette al pomodoro o la focaccia barese, haciendo que la experiencia culinaria sea un momento de alegría para todos.
No olviden visitar el Museo Pino Pascali, que ofrece exposiciones temporales y actividades dedicadas a los niños en determinados períodos del año. Es una excelente alternativa para los días de mal tiempo, permitiendo que los más pequeños se diviertan y aprendan.
Por la noche, el centro de Polignano se anima sin volverse caótico. Es posible pasear tranquilamente, admirar los balcones florecidos y escuchar música en vivo, disfrutando de una atmósfera serena y acogedora. La seguridad del pueblo y su tamaño contenido lo hacen ideal para familias con niños.
En cuanto al alojamiento, Polignano ofrece muchas estructuras familiares, como casas de vacaciones, B&B y pequeños hoteles equipados con todo lo necesario para los niños. Se recomienda reservar con anticipación, especialmente en los meses de julio y agosto, para garantizar una estancia cómoda.
Finalmente, Polignano a Mare está bien conectada y es fácil de alcanzar. Se encuentra a menos de 40 km de Bari, donde también se encuentra el aeropuerto más cercano. Para quienes viajan en coche, hay aparcamientos de pago cerca del centro y lanzaderas disponibles en los períodos de mayor afluencia.