Massería Jesce: historia y naturaleza

La Massería Jesce se encuentra a lo largo del antiguo trazado de la vía Apia, entre Altamura y Matera, en el corazón de la Murgia. Es una massería fortificada, típica de la arquitectura rural pugliese, inmersa en un paisaje único y rico en historia. Desde la primera mirada, impresiona por su majestuosidad y por la atmósfera casi suspendida en el tiempo. El complejo está rodeado de cuevas rupestres que en el pasado se utilizaban como viviendas. A poca distancia se encuentran dos importantes sitios arqueológicos: una necrópolis que data del siglo IV-III a.C. y un pueblo neolítico, que confirman la larga y continua ocupación humana del área. Según algunos testimonios, en el siglo XVI la massería fue una grancia benedictina, es decir, una pequeña dependencia de un monasterio. En el siglo XVII fue adquirida por la familia genovesa de Mari, que modificó su aspecto y reforzó su estructura. Una de las características más fascinantes es la forma del edificio, que recuerda a un barco en navegación. Esta particularidad ha inspirado leyendas relacionadas con la relación entre la tierra árida de la Murgia y las aguas subterráneas que fluyen invisibles. En la fachada principal se abren tres arcos de medio punto. El primero desde la izquierda constituye la entrada principal, sobre la cual se encuentra una estatua decapitada de San Miguel Arcángel. Al subir al primer piso, se puede admirar aún el pavimento original de ladrillos de barro. La habitación más grande es la principal, con una bóveda pintada que representa al dios Neptuno con un tridente, junto al escudo de la familia de Mari. Las habitaciones del antiguo convento son más sobrias, pero aún conservan un fuerte encanto. En el corazón de la estructura se encuentra una cripta semi-hipogea. En su interior se conservan dos ciclos de frescos: el más antiguo data de la primera mitad del siglo XIV y aún es parcialmente visible. La cripta es uno de los ambientes más sugestivos, donde se percibe el vínculo entre fe, arte y silencio. La Massería Jesce se encuentra en el territorio de Altamura, pero muy cerca de la frontera con Matera. Se puede llegar fácilmente en coche: desde Altamura, en unos 15 minutos de viaje; desde Matera, siguiendo la SS96 y luego la carretera provincial Jesce, también en unos 15 minutos. Es importante saber que la massería no siempre es accesible al público, por lo que se recomienda verificar con antelación posibles visitas guiadas o eventos. La zona es aislada y carece de servicios, por lo que es recomendable organizarse con agua, calzado cómodo y, si es posible, un guía local. El aspecto fortificado, los arcos imponentes, la misteriosa estatua de San Miguel, la vista sobre la Murgia y las luces naturales al atardecer hacen que la Massería Jesce sea extremadamente fotogénica. Los interiores con frescos, las cuevas y la cripta crean una mezcla perfecta entre belleza y misterio. Es el lugar ideal para quienes aman la fotografía paisajística y la arqueología rural. Los alrededores de la Massería Jesce son perfectos para quienes disfrutan caminar en la naturaleza. El paisaje de la Murgia se caracteriza por suaves colinas, muros de piedra seca, vegetación espontánea y panoramas abiertos. No existen senderos oficiales marcados, pero el área es frecuentemente visitada por entusiastas del trekking y excursiones a pie o en bicicleta. Quienes aman las caminatas en la naturaleza encontrarán senderos de tierra y caminos ideales para excursiones de medio día. Cerca también se pueden explorar antiguas canteras, cuevas naturales y otras masserías abandonadas. La Massería Jesce es un lugar único, donde historia, arquitectura, arte y naturaleza se fusionan en una experiencia auténtica. Perfecta para quienes buscan lugares inusuales, para quienes aman la fotografía o para quienes desean sumergirse en un paisaje fuera del tiempo. Una joya por descubrir con respeto y curiosidad.