Las maravillas ocultas de Pont-Saint-Martin en Valle de Aosta

Pont-Saint-Martin ofrece historia, arquitectura y leyendas por descubrir.

Las maravillas ocultas de Pont-Saint-Martin en Valle de Aosta

¿Qué ver en Pont-Saint-Martin en Valle de Aosta?

Pont-Saint-Martin es un pequeño pueblo a la entrada de Valle de Aosta, a menudo subestimado, pero rico en historia, arquitectura y leyendas. Es la primera parada ideal para quienes entran en la región desde Piamonte. Perfecto para visitar en medio día, ofrece vistas pintorescas, monumentos de época romana, castillos medievales y museos locales. Descubramos juntos sus principales atracciones.

¿Por qué es tan famoso el Puente Romano de Pont-Saint-Martin?

El Puente Romano de Pont-Saint-Martin es sin duda la atracción más conocida de la localidad. Construido en el siglo I a.C., representa un raro ejemplo de puente romano de un solo arco aún perfectamente conservado. El arco, rebajado, mide 31,55 metros de luz y alcanza una altura de 25 metros sobre el torrente Lys. Este puente era parte de la vía consular de las Galias, que conectaba Italia con la Galia. Durante siglos fue el único enlace entre las dos orillas del Lys, funcionando hasta 1836. Su calzada de 5 metros aún conserva huellas de los antiguos pavimentos, entre guijarros y losas grabadas para facilitar el paso de los animales. Es uno de los puentes romanos mejor conservados del norte de Italia, y cruzarlo a pie es una experiencia realmente sugestiva.

¿Cuál es la leyenda del Puente del Diablo?

Cada puente romano tiene su leyenda, y el de Pont-Saint-Martin no es una excepción. Es conocido como el Puente del Diablo. Según la tradición, el diablo propuso a San Martín construir el puente en una sola noche. A cambio, sin embargo, exigía el alma del primer ser vivo que lo cruzara. San Martín aceptó, pero por la mañana lanzó un trozo de pan al otro lado del puente. Un perro hambriento corrió primero y cruzó el puente. Así fue el alma del perro, y no la de un hombre, la que fue "ofrecida" al diablo. Este se enfureció y desapareció en las aguas del torrente Lys. Esta leyenda se celebra aún hoy durante el Carnaval histórico de Pont-Saint-Martin, con máscaras, fuegos y desfiles en traje.

¿Qué hace especial a la Iglesia de Fontaney?

A unos 750 metros del Puente Romano, se encuentra una iglesia poco conocida pero muy interesante: la Iglesia de Fontaney. Está inmersa en la vegetación, escondida entre cipreses y boj, y se puede alcanzar a pie en unos diez minutos siguiendo la vía Perloz. Fue construida entre 1590 y 1595 por el barón Pierre de Vallaise y originalmente estaba dedicada a la Preciosa Sangre de Jesús y a la Beata Virgen María. El interior, de tres naves, está enriquecido por pilares pintados en 1726 con escenas de la vida de los santos, entre ellos San Martín. También la fachada conserva frescos renacentistas de gran valor histórico. El campanario se ha derrumbado, pero la atmósfera sigue cargada de espiritualidad y encanto antiguo. En 1904 estuvo en riesgo de demolición, pero fue salvada por el párroco y en 1910 fue declarada monumento nacional.

¿Qué ver en el Castillo Baraing?

El Castillo Baraing se asoma al pueblo desde un acantilado panorámico. Fue construido en estilo neogótico en 1883 por voluntad del médico Pietro Annibale Baraing, quien lo convirtió en su residencia personal. Alrededor del castillo hay invernaderos, fuentes y un jardín decorativo que le confieren al edificio un aspecto romántico. En 1931 el castillo fue donado al municipio de Pont-Saint-Martin y se convirtió en la sede del ayuntamiento. Hoy alberga la sede de la Comunidad Montana Mont Rose y no es accesible en su interior, pero se puede observar desde el exterior, especialmente para quienes aman la arquitectura del siglo XIX.

¿Cuál es la historia del Castillo Viejo?

El Castillo Viejo es la fortificación más antigua del pueblo. Situado en un promontorio rocoso, fue construido en el siglo X para controlar el acceso a Valle de Aosta y al valle de Gressoney. Fue ampliado en los siglos XIII y XIV, y en 1214 pasó a los dominios de Guglielmo di Bard, de la familia De Bardo. Esta familia gobernó la zona durante siglos, hasta 1737, cuando el castillo pasó a los Vallaise y finalmente fue vendido en 1813. Hoy, entre las ruinas del Castillo Viejo, se distinguen las murallas irregulares, la capilla románica, el ábside semicircular y los restos de la chimenea con arcos de piedra. Es un lugar sugestivo para quienes aman las ruinas medievales y los paisajes panorámicos.

¿Qué es la Casa Fuerte l’Castel?

En la vía Castello, en el corazón del centro histórico, se encuentra la Casa Fuerte, también llamada l’Castel. Este edificio fue construido entre los siglos XV y XVI y era la residencia de los señores locales. La estructura, maciza y cuadrada, se desarrolla en cuatro niveles: La planta baja y la planta noble eran las áreas habitadas por los nobles. El último piso, más sencillo, albergaba los espacios de servicio. El sótano servía como almacén y espacio para el trabajo agrícola. Exteriormente se nota un cuerpo saliente sostenido por ménsulas de piedra, además de muros originales de piedra y cal, y un balcón de madera. Después de la restauración de 2012, la casa fuerte se convirtió en un museo y un centro cultural. En su interior se encuentran: Muebles de época, Dibujos de Francesco Corni, Esculturas de Cristiano Nicoletta. Un lugar ideal para quienes aman el arte, la historia y la cultura local.

¿Por qué visitar Pont-Saint-Martin durante un viaje a Valle de Aosta?

Pont-Saint-Martin es un destino perfecto para los turistas que buscan una parada rica en historia sin renunciar a la simplicidad. Se puede visitar en medio día y ofrece: Historia romana, con el puente símbolo de la ciudad; Arquitectura religiosa, entre frescos e iglesias antiguas; Castillos y ruinas medievales, con vistas panorámicas; Espacios museales, para quienes aman el arte y la cultura. También es una base estratégica para alcanzar el Fuerte de Bard, los valles laterales y las primeras etapas de senderismo de la región.