Explora Biellese en bicicleta y descubre la Iglesia de San Segundo
Descubre Biellese en bicicleta y visita la Iglesia de San Segundo en Magnano, un lugar de arte y espiritualidad inmerso en la naturaleza.

¿Por qué explorar Biellese en bicicleta?
Biellese es una de las áreas más fascinantes y auténticas de Piamonte, donde la naturaleza, la historia y la cultura se entrelazan en un paisaje armonioso. Recorrerlo en bicicleta significa vivir una experiencia lenta e inmersiva, pedaleando entre colinas, arroyos y antiguos pueblos. Cada curva ofrece un nuevo panorama, cada subida conduce a un mirador o a una pequeña joya escondida. Entre estos, uno de los lugares más sugestivos para descubrir es la Iglesia de San Segundo en Magnano, una parada imperdible para quienes aman el arte, la espiritualidad y la tranquilidad de las campiñas biellesas.
¿Dónde se encuentra Magnano y cómo se llega en bicicleta?
Magnano está a unos 15 kilómetros al sur de Biella, en la zona de las Serre moreniche de Ivrea, un área montañosa modelada por glaciares y hoy caracterizada por tranquilas carreteras, bosques y viñedos. Es un punto de paso ideal para quienes recorren rutas cicloturísticas que conectan Biellese con Eporediese. Desde Biella, se puede llegar a Magnano pedaleando por carreteras secundarias que atraviesan pequeños pueblos como Occhieppo y Mongrando, evitando el tráfico y disfrutando de panoramas relajantes.
¿Cómo es el recorrido ciclista hacia Magnano?
El trayecto de Biella a Magnano es adecuado para ciclistas de todos los niveles. Presenta algunos tramos en subida pero sin pendientes excesivas, alternando tramos asfaltados con caminos rurales. A lo largo del trayecto se encuentran prados, granjas y pequeños cursos de agua. En primavera y otoño, los colores de la naturaleza hacen que el paisaje sea particularmente sugestivo, mientras que en verano se puede aprovechar la sombra ofrecida por los bosques que bordean el camino.
¿Qué se encuentra en Magnano y por qué vale la pena detenerse?
Magnano es un pequeño pueblo medieval, fundado en el siglo XII, que aún conserva su encanto original. Las casas de piedra, las estrechas callejuelas y las pequeñas plazas crean una atmósfera de otro tiempo. El pueblo también es conocido por la presencia de la Comunidad de Bose, un importante centro monástico ecuménico que acoge visitantes de todo el mundo. Pero uno de los lugares más significativos del territorio es sin duda la Iglesia de San Segundo, situada poco fuera del centro habitado, inmersa en el campo.
¿Quién fue San Segundo y por qué se le dedica esta iglesia?
San Segundo fue un mártir cristiano que vivió entre los siglos III y IV, venerado en todo Piamonte como protector de los caballos y los caballeros. La devoción hacia él es muy antigua, y en Biellese hay varios lugares dedicados a él. La iglesia de Magnano, construida en su honor, atestigua la importancia de este culto popular en la vida religiosa y campesina del territorio.
¿Cuál es la historia de la Iglesia de San Segundo en Magnano?
La Iglesia de San Segundo data del siglo XI y representa uno de los mejores ejemplos de arquitectura románica de Biellese. Se encuentra en una posición aislada y panorámica, rodeada de prados y bosques, y conserva aún gran parte de su estructura original en piedra local. Su campanario, esbelto y simple, domina el paisaje rural. El interior, de nave única, es sobrio pero rico en encanto: frescos medievales y restos de decoraciones pictóricas cuentan siglos de fe e historia.
¿Qué hace que la Iglesia de San Segundo sea tan fascinante?
Su belleza radica en la simplicidad. A pesar de sus dimensiones reducidas, el edificio emana una fuerte espiritualidad. Quien llega en bicicleta, después de un agradable paseo entre los campos, se siente impresionado por el silencio y la paz que rodean la iglesia. Es un lugar ideal para una pausa meditativa o para descansar a la sombra, lejos del ruido y del ritmo frenético de la ciudad. Al atardecer, la luz dorada ilumina las paredes de piedra, creando una atmósfera casi mágica.
¿Hay otros lugares para visitar en los alrededores de Magnano?
Sí, el área alrededor de Magnano está llena de propuestas culturales y naturalistas. Además de la iglesia de San Segundo, vale la pena visitar el Ricetto de Magnano, un antiguo pueblo fortificado del siglo XIII, perfectamente conservado. Sus torres y murallas de piedra cuentan la historia de una época en la que los ricetti servían como refugio para la población y las cosechas. En los alrededores también hay senderos para trekking y mountain bike que conducen al Lago de Viverone y a las colinas de Zimone y Roppolo.
¿Por qué la Iglesia de San Segundo es una parada perfecta para los cicloturistas?
Porque representa una combinación ideal entre deporte, cultura y naturaleza. Pedalear hasta San Segundo permite unir la actividad física con el placer del descubrimiento. No es un simple destino religioso o artístico, sino un punto de encuentro entre historia y paisaje. Además, la zona está bien servida por agroturismos y puntos de restauración, donde se pueden degustar productos locales como quesos, miel y vinos de las colinas biellesas.
¿Cuál es el mejor momento para explorar Biellese en bicicleta?
La primavera y el otoño son las estaciones ideales: las temperaturas suaves y los colores del paisaje hacen que las pedaladas sean más agradables. En verano, las primeras horas de la mañana o el atardecer ofrecen condiciones perfectas para disfrutar de la naturaleza sin sufrir el calor. También en invierno, en los días claros, pedalear entre las colinas nevadas puede ofrecer panoramas espectaculares.
¿Qué hace único el cicloturismo en Biellese?
Biellese ofrece una extraordinaria variedad de paisajes en un territorio compacto: desde colinas vinícolas hasta cumbres alpinas, desde pueblos medievales hasta santuarios. Cada ruta es un viaje a través de la historia y las tradiciones locales. Además, la presencia de carreteras tranquilas y poco transitadas lo convierte en un destino ideal para quienes buscan experiencias auténticas y sostenibles. Un viaje que une fe, naturaleza y libertad. La pedalada hasta la Iglesia de San Segundo en Magnano no es solo una excursión, sino una forma de redescubrir el placer del viaje lento. Cada kilómetro cuenta un fragmento de la tierra biellese, hecha de piedra, agua y silencio. Llegar frente a la iglesia, después de la última subida, significa conquistar un pequeño objetivo y, al mismo tiempo, disfrutar de la paz que solo los lugares auténticos saben ofrecer. En la silla de su bicicleta, en el corazón de Biellese, se comprende que la verdadera belleza no está solo en el destino, sino en el propio camino.