El Santuario de la Brughiera entre fe y naturaleza

El Santuario de la Brughiera es un lugar de fe inmerso en la naturaleza.

El Santuario de la Brughiera entre fe y naturaleza

¿Dónde se encuentra el Santuario de la Brughiera y por qué es tan amado?

El Santuario de Nuestra Señora de la Brughiera se encuentra en Bulliana, una aldea de Trivero Valdilana, en el corazón de las Prealpes biellesas. Está inmerso en un paisaje de bosques y pastos, a más de 800 metros de altitud, y representa uno de los lugares más sugestivos de la devoción mariana piamontesa. Rodeado de naturaleza exuberante y aire de montaña, el santuario ofrece a los visitantes una experiencia de paz, silencio y espiritualidad, abierta a todos durante todo el año. No es solo un destino de peregrinación, sino también un punto de referencia para quienes desean descubrir la historia, el arte y las leyendas que durante siglos se entrelazan en torno a este lugar sagrado.

¿Cuál es la leyenda que dio origen al Santuario de la Brughiera?

La tradición popular cuenta que, en el siglo XVI, una pastora sordomuda estaba pastoreando el rebaño en la zona de la brughiera cuando, de repente, le apareció la Virgen María. Durante esta aparición, la joven recibió milagrosamente el don del habla y de la escucha. El evento prodigioso se difundió rápidamente entre los habitantes de la zona, quienes decidieron construir una iglesia en honor a la Virgen en el lugar de la aparición. Esta primera construcción, hoy conocida como la Iglesia Antigua, se convirtió rápidamente en un destino de devoción popular y punto de referencia espiritual para las comunidades circundantes. Posteriormente, la creciente afluencia de fieles llevó a la construcción de una segunda iglesia, más amplia y majestuosa: la Iglesia Grande, edificada en el siglo XVII.

¿Qué representa la Iglesia Antigua?

La Iglesia Antigua del Santuario de la Brughiera conserva el corazón de la tradición mariana del lugar. En su interior se encuentra una nicho de mármol que alberga la estatua de madera de la Virgen, conocida como la Virgen de la Brughiera. La simplicidad arquitectónica de la iglesia refleja la profunda espiritualidad de las comunidades alpinas, donde la fe se manifiesta a través de la devoción y la gratitud hacia la naturaleza y la protección divina. Esta iglesia representa la conclusión ideal de la Vía Crucis, un recorrido devocional que parte de la parroquia de Bulliana y conduce hasta el santuario.

¿Qué es la Vía Crucis que conduce al Santuario?

La Vía Crucis es un itinerario espiritual y natural que acompaña a los peregrinos a lo largo de un sendero que asciende suavemente hacia el santuario. A lo largo del camino, a intervalos regulares, se encuentran catorce capillas, construidas a partir de 1833, cada una dedicada a una estación de la Pasión de Cristo. Recorrer esta Vía Crucis significa vivir una experiencia de reflexión y recogimiento, inmersos en un paisaje que une la espiritualidad a la belleza inmaculada de los bosques de castaños y los prados de montaña. El camino es apreciado no solo por los peregrinos, sino también por los excursionistas que buscan un contacto auténtico con la naturaleza y con la tradición religiosa local.

¿Cuáles son las características arquitectónicas de la Iglesia Grande?

La Iglesia Grande del Santuario de Nuestra Señora de la Brughiera es un ejemplo extraordinario de arquitectura barroca alpina. La fachada, sobria y armoniosa, da paso a un interior de gran riqueza decorativa. Las tres naves están divididas por dos órdenes de columnas de piedra, que otorgan al ambiente una sensación de majestuosidad y equilibrio. Los techos de bóveda están decorados con frescos del pintor Pietro Lace de Andorno (1648-1733), quien supo combinar la elegancia del barroco piamontés con la espiritualidad del tema mariano. Estos frescos, aún hoy en excelente estado de conservación, representan uno de los testimonios más importantes del arte sacro biellés del siglo XVII.

¿Cómo se inserta el Santuario de la Brughiera en el contexto de la Oasi Zegna?

El santuario está situado en el corazón de la célebre Oasi Zegna, un área natural promovida por el empresario Ermenegildo Zegna y dedicada a la valorización del territorio biellés. Inmerso entre bosques de castaños, hayas y pastos alpinos, el Santuario de la Brughiera ofrece un alto de paz para quienes recorren los senderos de la Oasi. El entorno circundante, cuidado y protegido, contribuye a hacer de este lugar una perfecta fusión entre espiritualidad y naturaleza, donde el silencio de la montaña se une al canto del viento y al aroma de la madera y la resina.

¿El Santuario es visitable todo el año?

Sí, el Santuario de la Brughiera está abierto todo el año y recibe peregrinos y turistas en cada estación. En primavera y verano, los prados circundantes se tiñen de verde y de flores, mientras que en otoño los bosques regalan una paleta de colores cálidos y envolventes. En invierno, la nieve hace que la atmósfera sea aún más recogida y sugestiva. Durante el año se organizan funciones religiosas, celebraciones marianas y caminatas espirituales, que atraen a fieles de todo Piamonte y también de regiones cercanas.

¿El Santuario de la Brughiera forma parte de un recorrido religioso más amplio?

Sí, junto con el Santuario de Banchette (Bioglio), el Santuario del Mazzucco (Camandona) y el Santuario de la Brugarola (Ailoche), el Santuario de la Brughiera forma parte del grupo de Santuarios menores del Biellese. Estos lugares sagrados se extienden a lo largo de los itinerarios excursionistas-devocionales CoEUR (Caminos de Europa) y también se conectan al Camino de San Carlos, un antiguo recorrido que une arte, fe y naturaleza. Para los peregrinos modernos, estos itinerarios representan una forma de redescubrir el significado auténtico del camino: un viaje interior, lento y profundo, entre los paisajes de las Prealpes biellesas.

¿Por qué visitar el Santuario de la Brughiera hoy?

Visitar el Santuario de la Brughiera significa sumergirse en una dimensión donde la historia se entrelaza con la leyenda y la fe se fusiona con la naturaleza. Es un lugar donde la simplicidad arquitectónica se acompaña de una profunda intensidad espiritual. Ya sea que se llegue como peregrino, excursionista o simple visitante, el santuario acoge a todos con la misma serenidad. Las dos iglesias, la Vía Crucis, los bosques de la Oasi Zegna y el relato de la pastora milagrosa hacen de este lugar un símbolo del vínculo entre el hombre, la naturaleza y lo divino. En el silencio de la Brughiera, entre el aroma de los castaños y el canto de los pájaros, se percibe aún hoy la fuerza de la leyenda y la devoción de siglos de historia.

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