El Castillo Svevo de Bari

El Castillo Svevo de Bari es un monumento histórico que narra ocho siglos de historia pugliesa, con orígenes normandos y una reconstrucción sveva.

El Castillo Svevo de Bari

Majestuoso e imponente, el Castillo Svevo se erige como un guardián silencioso en el corazón de Bari, testigo de más de ocho siglos de historia pugliesa. Esta fortaleza representa uno de los monumentos más significativos de la ciudad, un lugar donde el pasado medieval se encuentra con el presente en un fascinante diálogo entre épocas.

El castillo tiene orígenes antiguos que datan de 1132, cuando fue construido por orden del rey normando Ruggero II. Sin embargo, el edificio que podemos admirar hoy es principalmente fruto de la reconstrucción ordenada por Federico II de Suabia en 1233, después de que la estructura original había sido casi completamente destruida. De aquí proviene el nombre "Svevo", que evoca la dinastía del emperador que rediseñó su aspecto y función.

A lo largo de los siglos, el castillo ha sufrido numerosas transformaciones, adaptándose a las necesidades de los diversos dominadores de Bari. Durante el periodo aragonés (siglo XV), la fortaleza fue reforzada y ampliada. Con los aragoneses primero y los españoles después, el edificio se convirtió principalmente en una prisión y un cuartel. Solo en el siglo XX el castillo fue restaurado y abierto al público como museo y espacio cultural.

El Castillo Svevo se presenta con un plano trapezoidal, rodeado de un amplio foso ya sin agua. La estructura se caracteriza por macizas murallas de piedra caliza blanca local y por imponentes torres angulares. Especialmente sugestivo es el portal de entrada, decorado con elementos escultóricos que relatan el poder del emperador Federico II.

Al visitar el castillo, podrán admirar la extraordinaria Sala Sveva, con sus arcos y bóvedas de crucería que atestiguan la elegancia de la arquitectura medieval. El Museo Gipsoteca alberga una interesante colección de moldes de yeso de esculturas medievales provenientes de varios sitios puglieses. Las salas de exposiciones acogen regularmente exposiciones temporales de arte contemporáneo y fotografía.

Desde el camino superior se disfruta de una vista espectacular sobre el mar Adriático y el casco antiguo de Bari. El castillo cuenta con paneles informativos que ilustran la historia del edificio y las diversas fases constructivas. Para quienes deseen profundizar, hay visitas guiadas que permiten descubrir anécdotas y detalles poco conocidos. El acceso es facilitado también para personas con movilidad reducida, gracias a rampas y ascensores.

La librería ofrece publicaciones y souvenirs relacionados con la historia del castillo y de la Puglia medieval. El Castillo Svevo representa una parada imperdible para comprender la estratificación histórica de Bari y su papel en el Mediterráneo medieval. Su ubicación estratégica, entre el casco antiguo y el paseo marítimo, lo hace fácilmente integrable en un itinerario de visita de la ciudad.

El edificio es uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar federiciana en Italia, único en su género. Las exposiciones temporales siempre ofrecen nuevos motivos de interés, incluso para quienes ya han visitado el castillo anteriormente. El castillo es particularmente sugestivo en las horas de la mañana, cuando la luz del sol resalta el color dorado de la piedra caliza pugliesa.

En verano, la visita matutina permite evitar las horas más calurosas del día. Por la noche, especialmente durante eventos especiales y aperturas nocturnas, el castillo iluminado crea una atmósfera mágica y casi de cuento. Durante los fines de semana y la temporada turística, se recomienda llegar temprano para evitar las colas.

El Castillo Svevo es una de las atracciones más visitadas de Bari, solo superada por la Basílica de San Nicolás. Los meses de verano y los períodos festivos ven el mayor aflujo de turistas, tanto italianos como extranjeros. A pesar de su popularidad, los amplios espacios permiten disfrutar de la visita sin excesiva aglomeración. Los días laborables son ideales para una visita más tranquila y meditativa.

Prevean al menos una hora y media para una visita completa que incluya todas las salas y exposiciones. Verifiquen con antelación los horarios de apertura, que pueden variar según la temporada. Usen zapatos cómodos, ya que hay varios escalones y pavimentos irregulares que recorrer. No olviden la cámara de fotos: desde el castillo se disfrutan de maravillosas vistas de la ciudad y del mar.