El camino de Fontainemore a Oropa entre naturaleza y espiritualidad

El camino de Fontainemore a Oropa es un viaje único entre naturaleza y espiritualidad.

El camino de Fontainemore a Oropa entre naturaleza y espiritualidad

¿Por qué el camino de Fontainemore a Oropa es tan especial?

Porque no es solo un recorrido de montaña, sino un viaje en el tiempo y en el espíritu. Un sendero marca el paso de generaciones que durante siglos han atravesado estas montañas, conectando pueblos, valles y pastos. Es el testimonio vivo del hombre en el territorio, el hilo que entrelaza cultura, fe y tradición. El camino de Fontainemore a Oropa representa uno de los itinerarios más sugestivos de los Alpes, un recorrido que une el Valle de Aosta con el Biellese y culmina en el Santuario de Oropa, el santuario mariano más importante de los Alpes.

¿De dónde parte el camino hacia Oropa?

La salida es en el pequeño pueblo de Pillaz (1246 metros), una fracción de Fontainemore. En el centro del pueblo se alza una capilla construida en 1683, con la inscripción “pour la plus grande gloire de Dieu”, testimonio de la devoción que ha acompañado a lo largo de los siglos a quienes recorrían este itinerario. Desde aquí, siguiendo la señal n. 2 (Colle della Barma), se adentra en el bosque a lo largo de un trazado que comienza suavemente y luego asciende progresivamente hacia el Vallone del Vargno.

¿Cómo es el primer tramo del recorrido?

En los primeros kilómetros, el camino es recto y sombreado, inmerso en un bosque de larices y abetos blancos. El sonido del torrente Pacoulla, que fluye a la izquierda del sendero, acompaña los pasos con su melodía constante. El silencio del bosque, interrumpido solo por el canto de los pájaros, invita a ralentizarse y a respirar profundamente. Es un tramo que prepara para la subida siguiente, perfecto para sintonizar con la naturaleza y con uno mismo.

¿Es exigente el sendero?

Sí, pero es un esfuerzo que regala emociones profundas. Después del primer tramo en el bosque, una subida en zigzag hace que el recorrido sea más fatigoso, pero también más panorámico. A lo largo de la subida se abren claros herbosos, donde la pendiente se suaviza y la vista se pierde en el verde de los prados y en el intenso rosa de los rododendros en flor. Cerca del pasto de Mattà, el paisaje cambia: los prados se alternan con rocas y torrentes, creando escenarios que parecen sacados de un cuadro alpino.

¿Qué se encuentra al entrar en la Reserva Natural del Mont Mars?

Superados los pastos de Mattà, el sendero se vuelve a tramos empedrado y se adentra en la Reserva Natural del Mont Mars, un ambiente de alta montaña de extraordinaria belleza. Aquí el paisaje está dominado por rocas, cuencas glaciares y pequeños lagos que reflejan el cielo. En orden, se encuentran tres cuencas principales: Lago del Vargno, rodeado de prados alpinos; Lago Lei Lounc (1901 metros), espejo de agua clara a los pies del Monte Mars; Lago de la Barma (2020 metros), encajonado entre las cumbres y dominado por el cercano refugio. Esta sucesión de lagos convierte la subida en una experiencia sensorial completa: el verde de los prados, el azul del agua y el perfume del viento de montaña acompañan cada paso.

¿Dónde se encuentra el Refugio de la Barma y qué ofrece?

El Refugio de la Barma se encuentra a pocos minutos del lago homónimo. Es un punto de descanso ideal para reponerse después de la subida. Construido en piedra y perfectamente integrado en el paisaje, el refugio ofrece platos de la tradición valdostana, dulces caseros y vinos locales. También es un lugar de encuentro entre excursionistas y peregrinos, que comparten relatos, experiencias y la alegría de haber llegado a este punto inmerso en la naturaleza. Desde la terraza del refugio, la vista se abre a un anfiteatro de montañas y valles que deja sin aliento.

¿Qué se encuentra en el Colle della Barma?

Después de una breve pero intensa subida, se alcanza el Colle della Barma (2256 metros), marcado por una cruz y un pequeño refugio de piedra. Es un punto panorámico extraordinario y un límite natural entre el Valle de Aosta y Piamonte. Desde aquí, la vista se amplía sobre las cumbres que separan las dos regiones: un espectáculo grandioso que recompensa cada esfuerzo. Quien llega al collado a menudo se detiene en silencio, abrumado por la emoción y la paz que solo la montaña puede transmitir.

¿Cuál es el vínculo entre el camino y la Procesión de Oropa?

El camino de Fontainemore a Oropa no es solo un itinerario de senderismo, sino también un recorrido espiritual. Cada cinco años, de hecho, los fieles valdostanos participan en la Procesión de Oropa, un peregrinaje nocturno que parte precisamente de Fontainemore y alcanza el santuario al amanecer. Durante la noche, los peregrinos caminan entonando cantos y oraciones, atravesando bosques y colinas hasta llegar a la basílica mariana. Es una experiencia intensa, de fe y de comunión con la naturaleza.

¿Qué se encuentra al descender hacia Oropa?

Desde el Colle della Barma, el sendero desciende por el lado biellese, atravesando el Pian della Ceva, una amplia meseta donde los peregrinos a menudo se detienen a esperar el amanecer. En este lugar se levantan las Cinco Cruces, erigidas en memoria de cinco jóvenes valdostanos atrapados por una avalancha en 1787 durante el regreso de la procesión. Continuando a lo largo de la ruta del teleférico, se llega al Albergo Savoia (1868 metros), punto de llegada del teleférico que sube desde Oropa. Desde aquí, la vista del Santuario de Oropa aparece a lo lejos, con su majestuosa basílica que se destaca entre las montañas.

¿Cómo es la llegada al Santuario de Oropa?

El último tramo sigue una carretera asfaltada que bordea el torrente Oropa. Cuando finalmente se llega al Santuario, el esfuerzo desaparece ante su grandeza. La Basílica Superior, con sus formas armoniosas y la piedra gris que se funde con el paisaje, domina todo el complejo. Una visita a la Basílica Antigua, corazón espiritual del santuario, es un momento de profunda recogimiento. Aquí se encuentra la Madonna Nera, cuyo dulce y austero sonrisa acoge desde hace siglos a los peregrinos y excursionistas. Es el punto de llegada de un camino que une dos regiones, pero también de un viaje interior que deja una huella indeleble en el corazón de quien lo recorre.

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