Descubre la magia de dormir en una masía en Mesagne
Dormir en una masía en Mesagne es una experiencia auténtica en Puglia.

¿Por qué elegir dormir en una masía en Mesagne? Dormir en una masía en el campo de Mesagne no es solo una opción de alojamiento. Es un viaje a los sabores, colores y aromas de la Puglia rural. El paisaje cambia apenas se deja el centro histórico: olivos centenarios, muros de piedra seca, caminos rurales. Las masías surgen como perlas escondidas, cada una con su historia, a menudo transmitida de generación en generación. Muchas de estas estructuras, hoy restauradas, ofrecen alojamiento turístico con todas las comodidades, pero conservan la atmósfera auténtica del pasado.
¿Cuál es la atmósfera del campo? Quien elige una masía lo hace para respirar el silencio. La mañana comienza con el canto de los pájaros, un desayuno genuino con productos de kilómetro cero, y la vista de los campos que cambian de color con las estaciones. Aquí el tiempo se ralentiza. Puedes leer a la sombra de un higo, darte un chapuzón en la piscina o pasear entre los olivos. Es una experiencia adecuada para quienes buscan relajación, pero también para quienes aman explorar.
¿Cuáles son las ventajas de la ubicación de las masías? Las masías del campo mesagnés tienen una gran ventaja: están aisladas pero cerca de todo. En menos de 10 minutos estás en el centro de Mesagne, entre iglesias barrocas y callejones blancos. En 20 minutos llegas al mar. Algunas masías también ofrecen bicicletas, recomendaciones sobre restaurantes típicos e incluso pequeñas lecciones de cocina.
¿Cuáles son algunas masías que no te puedes perder? 1. Masía Elysium Una de las masías más elegantes de la zona, con una mezcla perfecta entre arquitectura tradicional y diseño contemporáneo. Ofrece habitaciones cuidadas, una piscina inmersa en la naturaleza y un restaurante interno que valora los productos locales. La ubicación es estratégica, entre Mesagne y la costa adriática.
2. Masía Messapia Un refugio rústico con un alma antigua. Los huéspedes duermen en habitaciones convertidas de viejas establos restaurados. El jardín es amplio, con árboles frutales, plantas aromáticas y una zona de relax. También ofrece cursos de yoga y degustaciones de vinos salentinos.
3. Tenuta Moreno Una antigua mansión señorial inmersa en el campo, con amplios espacios exteriores, piscina y spa. Adecuada para quienes buscan relajación pero también un poco de lujo discreto. La estructura es a menudo elegida también para eventos y bodas, pero garantiza tranquilidad incluso en los períodos más concurridos.
4. Masía Zambardo Entre olivos y viñedos, esta masía acoge a los huéspedes en habitaciones de piedra con techos abovedados. El desayuno se sirve en el jardín, con dulces caseros y fruta fresca recogida en el lugar. Organiza visitas a almazaras y bodegas locales, haciendo que la estancia sea un verdadero viaje entre los sabores puglieses.
5. Masía Baroni Nuovi Una masía elegante y refinada, con piscina, agroturismo y una larga tradición familiar. También ofrece la posibilidad de comprar aceite de oliva virgen extra producido en el lugar. Perfecta para quienes buscan una base tranquila entre Brindisi, Mesagne y el mar.
¿Cómo vivir una experiencia auténtica? Dormir en una masía también es reconectarse con la tierra. Muchas estructuras invitan a los huéspedes a participar en la recolección de aceitunas (en otoño) o a hacer pan con granos antiguos. Es una forma diferente de viajar: más lenta, más verdadera. Una oportunidad para escuchar las historias de quienes viven aquí todo el año y para descubrir una Puglia que no se ve en los folletos.
¿Cuáles son las atmósferas nocturnas? Por la noche, las masías se iluminan con una luz especial. Las chicharras dan paso a los grillos, el cielo se llena de estrellas, y a menudo se cena al aire libre bajo pérgolas de vid. Una copa de vino, el aroma del romero y el silencio interrumpido solo por el canto de los animales nocturnos: todo esto deja un recuerdo imborrable.
¿Cuál es el consejo para los turistas? Reservar con antelación, especialmente en verano, es fundamental. Muchas masías tienen pocas habitaciones y trabajan todo el año con turistas italianos y extranjeros. Quien busque una experiencia realmente auténtica, debería considerar también los períodos de baja temporada: la primavera y principios de otoño son ideales para vivir el campo en su esplendor.