Descubre el Castillo de Aymavilles y su fascinante historia

El Castillo de Aymavilles en el Valle de Aosta es una joya histórica para visitar.

Descubre el Castillo de Aymavilles y su fascinante historia

¿Cuándo se reabrió al público el Castillo de Aymavilles?

El Castillo de Aymavilles, en el Valle de Aosta, se reabrió al público en 2022 tras una larga restauración que duró aproximadamente veinte años. La intervención ha devuelto el esplendor original de esta joya arquitectónica, convirtiéndola hoy en uno de los destinos más interesantes para visitar en la región.

¿Cuál es la historia del Castillo de Aymavilles?

La historia del Castillo de Aymavilles comienza alrededor de 1350 con la construcción del cuerpo central y de una muralla redondeada. Entre 1395 y 1413 se construyeron los cuatro torreones angulares y el foso que rodeaba la estructura. En 1496 tanto el cuerpo central como los torreones fueron elevados, haciendo que el edificio fuera aún más imponente. La última gran transformación ocurrió entre 1715 y 1728: se eliminó el foso, se enriquecieron las salas interiores y el castillo adquirió la apariencia de un palacio de corte barroco, elegante y refinado.

¿Cómo se presenta hoy el Castillo de Aymavilles?

Hoy el castillo se distingue por su planta cuadrada, los cuatro torreones y el jardín exterior con diseño circular. Desde la cima de las torres, la vista se extiende a 360 grados sobre el valle central del Valle de Aosta, ofreciendo un panorama inolvidable.

¿Qué se puede ver durante la visita al Castillo de Aymavilles?

La visita guiada (recomendada, entrada 15 €) acompaña a los visitantes a través de las salas decoradas con muebles, cuadros y colecciones que cuentan siglos de historia. Subiendo piso a piso, se pueden admirar frescos, muebles de época y hallazgos que atestiguan la evolución del castillo de fortaleza medieval a residencia barroca. El recorrido también lleva a los torreones, donde la sensación de inmersión en la historia es aún más fuerte.

¿Cómo llegar al Castillo de Aymavilles en coche?

El castillo se encuentra en Aymavilles, a unos 8 km de Aosta. Quienes viajan en coche deben salir de la autopista A5 en la salida de Aosta Oeste/Saint-Pierre. Desde allí, solo se necesitan 10 minutos de camino siguiendo las indicaciones hacia Cogne y Aymavilles. No hay problema de aparcamiento: cerca de la entrada hay áreas dedicadas a los visitantes. En los días de mayor afluencia, puede ser útil buscar aparcamiento en el pueblo de Aymavilles, que está a pocos minutos a pie.

¿Cómo llegar al Castillo de Aymavilles en transporte público?

Desde Aosta salen autobuses de línea hacia Cogne que paran justo en Aymavilles. La parada se encuentra cerca del castillo, por lo que es cómodo también para quienes no desean usar el coche. Alternativamente, desde la estación de tren de Aosta se puede tomar un autobús local. Se recomienda consultar los horarios con antelación para planificar mejor la visita.

¿Cuáles son los horarios y entradas para el Castillo de Aymavilles?

La entrada general cuesta aproximadamente 15 € con visita guiada incluida. Los horarios pueden variar según la temporada: generalmente el castillo está abierto todo el año, con cierre semanal en uno de los días laborables. Se recomienda reservar la visita, especialmente los fines de semana y en los meses de verano.

¿El Castillo de Aymavilles tiene un jardín visitable?

Sí, frente al castillo hay un elegante jardín circular que realza la armonía de la estructura. Desde aquí se puede admirar la fachada y los torreones desde una perspectiva sugestiva.

¿Se puede subir a las torres del Castillo de Aymavilles?

Durante la visita guiada es posible subir progresivamente hasta los diferentes niveles y alcanzar la parte más alta de los torreones. Desde aquí, el panorama es uno de los puntos fuertes de la experiencia, con una vista abierta sobre viñedos, montañas y el valle central.

¿Qué otros lugares visitar cerca del Castillo de Aymavilles?

A pocos minutos se encuentra el pueblo de Cogne y la entrada al Parque Nacional del Gran Paradiso. También en los alrededores merecen una parada los viñedos de Torrette y el castillo de Sarre, otra residencia nobiliaria del Valle de Aosta.

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