Conversano: historia y belleza

Conversano, un pueblo pugliese rico en historia y belleza, ofrece un patrimonio cultural único con su castillo, catedral y monasterio.

Conversano: historia y belleza

Conversano es un encantador municipio situado en la ciudad metropolitana de Bari, en Puglia. Con una población de aproximadamente 25,000 habitantes, este pueblo es un verdadero cofre de historia, arte y arquitectura. Las orígenes de Conversano se remontan a la Edad del Hierro, cuando era conocida como Norba. En 268 a.C., Norba pasó a formar parte del Imperio Romano, pero tras la caída del Imperio, la ciudad fue destruida por las invasiones bárbaras. Posteriormente, surgió un nuevo asentamiento llamado Cupersanem, de donde proviene el nombre actual de Conversano.

El corazón histórico de la ciudad está representado por la Plaza de la Conciliazione, también conocida como Largo de la Corte. Aquí se encuentran tres elementos fundamentales: el castillo normando, la catedral románica y el monasterio de San Benito. Gracias a estos importantes edificios, Conversano ha sido apodada “la Atenas de Puglia”, por su significativo papel cultural en el pasado.

En 1054, Godofredo de Altavilla se convirtió en conde de Conversano, dando vida a un condado que se extendía desde Bari hasta Lecce. En 1400, Giulio Antonio Acquaviva lideraba la ciudad, pero su vida fue trágicamente interrumpida por una emboscada. El título pasó a su hijo Andrea Matteo, quien añadió a su apellido el título “de Aragón”.

Conversano ha vivido eventos históricos significativos, como la peste de 1690, que llevó a la familia Acquaviva de Aragón a trasladarse cada vez más a menudo a Nápoles. En 1886, un levantamiento popular contra los nobles culminó en un incendio que también afectó al archivo municipal, marcando un momento de gran tensión social.

Al llegar a Conversano, el primer elemento que impresiona es el campanario de la iglesia del Carmine, con el símbolo de los carmelitas visible en la puerta. Al atravesar la antigua puerta de entrada, adornada con el escudo de la ciudad, se tiene la impresión de retroceder en el tiempo dos siglos.

En el centro de la ciudad se encuentra la torre del reloj, adosada al ayuntamiento, que en su día albergaba un convento, como lo demuestran los restos de una iglesia interna. La plaza está caracterizada por balcones decorados y palacios nobiliarios ricos en escudos, que cuentan historias de un pasado glorioso.

Continuando, se encuentra la iglesia dedicada a los Santos Cosme y Damián, reformada en estilo barroco en 1600 por Gian Girolamo II Acquaviva de Aragón. Las decoraciones internas, obra del pintor napolitano Paolo Finoglio, enriquecen aún más el patrimonio artístico de la ciudad.

La catedral de Conversano, que data del siglo XII, es una imponente construcción que ha sido ampliamente restaurada tras un incendio. Situada a lo largo de una de las calles más estrechas del centro, representa un punto de referencia fundamental para la comunidad.

Otra parada imperdible es el monasterio de San Benito, fundado en el siglo VI. Aquí se pueden admirar obras de Finoglio, incluyendo un fresco con San Benito y San Blas, datado en 1645 y considerado su último trabajo.

El castillo normando, que domina Largo de la Corte, es otro símbolo de Conversano. Construido en época normanda y ampliado por los Acquaviva de Aragón, el castillo se caracteriza por torres cilíndricas y poderosos muros, ofreciendo un panorama fascinante y contando siglos de historia militar y política.

Poco lejos del centro, la villa municipal representa un lugar ideal para un paseo relajante entre plantas, fuentes y senderos bien cuidados. Conversano es un destino perfecto para quienes aman la historia medieval, la arquitectura religiosa, los centros históricos auténticos y las caminatas culturales. Fácilmente accesible desde Bari y a pocos kilómetros de la costa adriática, Conversano es un pueblo que ha sabido conservar tradición, belleza y memoria.