Catedral de María Santísima de la Madia
La Catedral de María Santísima de la Madia es un símbolo de fe e historia en Monopoli, con orígenes que se remontan a 1107 y un interior barroco rico en arte.

La Catedral de María Santísima de la Madia, situada en el centro histórico de Monopoli, es un ejemplo extraordinario de arquitectura barroca y un símbolo de la fe de la comunidad local. Sus orígenes se remontan a 1107, cuando comenzaron los trabajos en un sitio de culto paleocristiano. Sin embargo, la construcción sufrió una interrupción debido a la falta de madera. La tradición narra que en 1117 una balsa con la imagen de la Virgen llegó milagrosamente al puerto de Monopoli, trayendo consigo las vigas necesarias para completar el techo. Este evento fue interpretado como una señal divina, y desde entonces la Virgen fue venerada como María Santísima de la Madia, protectora de la ciudad.
El actual edificio, construido en estilo barroco a partir de 1742, reemplazó la anterior estructura románica que ya no era segura. Los trabajos duraron aproximadamente cuarenta años y se concluyeron en 1772. El interior de la Catedral está lleno de decoraciones y detalles artísticos. Los mármoles policromos, los numerosos altares decorados y las bóvedas pintadas crean una atmósfera de gran majestuosidad. Entre los elementos de valor destaca el coro de madera, realizado en el siglo XVIII, que enriquece aún más el ambiente sagrado.
La capilla de la Virgen de la Madia es el corazón de la Catedral, donde se conserva la sagrada imagen, venerada desde hace siglos. Esta imagen, de estilo bizantino, representa a la Virgen con el Niño y, según la tradición, habría llegado por mar en una balsa la noche entre el 15 y el 16 de diciembre de 1117. Cada año, este evento se celebra con dos fiestas solemnes: una en diciembre y otra en julio, durante las cuales se llevan a cabo procesiones tanto en el mar como en la ciudad.
La fachada de la Catedral es sobria en comparación con los interiores, realizada en piedra caliza clara y dotada de tres portales. En el centro, sobre el portal principal, se encuentra una estatua de la Virgen que da la bienvenida a los visitantes. Junto a la Catedral se eleva el alto campanario, visible desde varios puntos de la ciudad vieja. Este elemento arquitectónico se ha convertido en parte integral del perfil urbano de Monopoli, contribuyendo a la belleza del paisaje urbano.
La Catedral de María Santísima de la Madia no es solo un lugar de culto, sino también un importante punto de referencia histórico y artístico. Es una parada obligatoria para quienes visitan el centro histórico de Monopoli, situada en el corazón del antiguo barrio, rodeada de callejones adoquinados y palacios históricos. Entrar en la Catedral significa emprender un viaje en el tiempo, donde espiritualidad, arte e historia se entrelazan en una única experiencia.
La Catedral está abierta al público todo el año, con entrada gratuita. Sin embargo, se recomienda mantener un comportamiento respetuoso, especialmente durante las funciones religiosas. Para quienes deseen profundizar en la visita, hay visitas guiadas organizadas por operadores locales, que a menudo incluyen otros monumentos significativos del centro histórico, como el Castillo Carlos V o el puerto antiguo.
En resumen, la Catedral de María Santísima de la Madia representa uno de los testimonios más significativos de la historia y la identidad de Monopoli. Este lugar, donde el pasado se encuentra con el presente y la leyenda se entrelaza con la fe, ofrece a cada visitante la oportunidad de respirar el verdadero espíritu de la ciudad.